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Enfermedades auto-inmunes

La enfermedades autoinmunes son un grupo de decenas de enfermedades muchas de las cuales están experimentando un notable incremento en el mundo desarrollado. En EE.UU. nada menos que cerca de una de cada 30 personas , especialmente mujeres, tenían enfermedades ligadas a la autoinmunidad hacia finales de los años 90. Unos diez millones de americanos se verían afectados por ellas (1). Son enfermedades como la artritis reumatoide, la tiroiditis, la diabetes tipo 1, la esclerosis múltiple, el lupus , la esclerodermia,... en las que por lo común los factores genéticos tienen un porcentaje de influencia limitado, lo que abre la puerta a que los factores ambientales jueguen un papel importante. De hecho, muchos investigadores consideran prioritario que se investigue precisamente en estos factores.

The Lancet (nº 364 ,Nov 6, 2004) se cuestionaba, ante la expansión de la diabetes tipo 1 (infantil) el papel de factores ambientales, ya que, evidentemente, cosas como los genes obviamente no han cambiado tanto

Los investigadores se han lanzado a determinar los grupos de sustancias tóxicas que pueden estar más implicadas en muchos de los casos. Las alteraciones en la inmunidad podrían producirse de muy diversas maneras, a veces por exposiciones desde el mismo momento de la concepción de las personas en el útero materno, aunque no se manifiesten sino mucho después, ya en el estado adulto. Otras veces tales alteraciones pueden darse en otras etapas de la vida, por ejemplo por exposiciones químicas en un puesto de trabajo o a través de la alimentación.

Se ha identificado a muchas sustancias que pueden causar respuestas autoinmunes. Hay algunos estudios que son especialmente interesantes, como el publicado en junio de 2007 por la revista Environmental Health Perspectives y que asociaba las concentraciones en sangre de PCBs y de pesticidas organoclorados , a niveles “bajos”, con alteraciones del sistema inmunológico que podían llevar a desarrollar la artritis reumatoide femenina (2), uno de los tipos de artritis más frecuentes. El estudio citaba además la literatura científica que asociaba a perturbadores del equilibrio hormonal -como los contaminantes orgánicos persistentes- con alteraciones del sistema inmunológico que podían incrementar el riesgo de padecer enfermedades auto-inmunes como esta (3).

Diversas investigaciones epidemiológicas han ligado los disolventes , por ejemplo, con la esclerodermia. Otras han asociado sustancias como el mercurio y algunos pesticidas como factor de riesgo ocupacional en el desarrollo del lupus eritematoso sistémico (4). Otras mostraban un moderado incremento del riesgo de la misma enfermedad por cosas tales como la exposición a productos del tratamiento del pelo (tintes, permanentes) (5) , otras lo asociaban al uso de anticonceptivos orales (6 ) y otras , realizadas en este caso en ratones, mostraban posibles efectos ligados a la enfermedad en el disolvente tricloroetileno ( 7 ) . La terapia hormonal sustitutiva ha sido asociada moderadamente al desarrollo del lupus y de la esclerodermia ( 8 ). La esclerosis múltiple ha sido asociada ,con mayor o menor fuerza, a sustancias como el clordano, los pesticidas (como los organofosforados) o disolventes (9 ).

Si se consulta alguna base de datos sobre la cuestión se encuentra con que los anticuerpos de autoinmunidad se han vinculado, con mayor o menor peso de evidencia, con sustancias tales como sílice, amianto, benceno, formaldehído, mercurio, tricloroetano, tricloroetileno, cadmio, carbamatos, clordano, cromo, heptacloro, pesticidas organoclorados, pentaclorofenol, cloruro de vinilo, etc (10 ).

 

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NOTAS:

 

 

 

1  Selgrade MJ K. Et al. (1999) Linking environmental agents and autoinmune disesase: an agenda for future research. Enviromental Health Perspectives 107.

 


 

 

2  Lee DH et al. (2007). Positive associations of serum concentration of polychlorinated biphenyls or organochlorine pesticides with self-reported arthritis, especially rheumatoid type , in women. Environmental Health Perspectives 115 (6): 883-888

 


 

 

3  Apuntaba también que los contaminantes persistentes acumulados en el tejido adiposo podían estar asociados a la osteoartritis (posiblemente ligada a cambios metabólicos relacionados con la obesidad a los que no serían ajenos los contaminantes acumulados en las grasas). Este es otro tipo de artritis muy frecuente.

 


 

 

4  Cooper GS et al. (2004) Occupational risk factors for the development of systemic lupus erythematosus. J Rheumatol 31: 1928-1933

 


 

 

5 Cooper GS et al. (001) Smoking and use of hair treatments in relation to risk of developing systemic lupus erithematosus. J Rheumatol 28 (12): 2653-2656

 


 

 

6  Mayes MD (1999) Epidemiologic studies of environmental agents and systemic autoinmune diseases. Environmental Health Perspectives 107 (55)

 


 

 

7  Parks CG and Cooper GS (2006) Occupational exposures and risk of systemic lupus erythematosus: a review of the evidence and exposure assesment methods in population and clinic based studies. Lupus 15 (11): 728-736

 

 

8  Mayes MD (1999) Epidemiologic studies of environmental agents and systemic autoinmune diseases. Environmental Health Perspectives 107 (55)

 


 

 

9  CHE Toxicant and Disease Database.

 


 

 

10  CHE Toxicant and Disease Database.

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